Segunda carta no enviada

Hace más de un año que escribí la primera carta,y al leerla de nuevo veo que ha pasado el tiempo, pero no los sentimientos. Vuelvo a estar mal,y, de nuevo, a ti no te importa, sigo con este vacío insufrible que  nadie me llena menos tú, sin embargo no lo haces. Siempre espero demasiado, aunque quizás tu (mi) tiempo de espera esté acabando.
Tengo un problema, bueno, tengo varios en realidad y al igual que todos los caminos llegan a Roma, todos mis problemas me llevan a ti. Pero,¿es esto que tengo contigo amor u obsesión? Es difícil saberlo porque hay una línea muy fina que los separa, pero, llego a plantearme esto porque quizás no es esto amor simplemente, me he acostumbrado a ti, como tú a mi y por eso no hay yo sin tú, por lo cual puede que sea obsesión y que la solución más fácil sea el tiempo y el olvido. O quizás sea amor como siempre he creído, tendré que darle más vueltas (aún) y averiguarlo.

Hasta la próxima carta, que intuyo, será pronto.

Y no hay nada que hacer,la soledad te invade,se abren compuertas avecinándose millares de lágrimas.Pero aquí seguimos con balas por todo el cuerpo,puñaladas que siguen atravesando el alma y cicatrices que no curan.Una batalla más perdida,de las muchas que aún me quedan por perder.Y aquí te dejo,hasta dentro de poco.

Primera carta no enviada

Hace mucho que no escribo...Y ahora que escribo es por una canción de Coldplay que me ha impulsado a hacerlo.
Sabes no nos entiendo,tu tan enamorado y yo con tanto miedo a enamorarme,e  irónicamente,he acabado queriendo de más -era de esperar-.Pero como siempre,me encierro en mi misma y mientras tú te las pasas ignorándome a ratos,yo sigo con este vacío insufrible por el que tantas lágrimas se han derramado y lo único que me consuelan son esas poesías de Juan Ramón Jiménez que me hacen sentir tan viva.
No te siento como antes,y quizás te pase lo mismo a ti -o no-...Al fin y al cabo,la culpa es mía por poner tantas esperanzas y por esperar de ti lo mejor.
Seguiré enviándote cartas que nunca llegan..
Con cariño
Yo

Y ahora mismo podría escribir sobre  millones de cosas,pero lo único que se me pasa por la cabeza es la puta culpabilidad por el simple hecho de comer.Aunque lo peor de esto,es que ahora mismo,muchas más le darán vueltas a lo mismo que yo.

Me siento realmente cansada de este sentimiento que me crea tanto odio hacia mi misma;porque toda esta mierda es por una imagen que te plantan y ahora todas buscamos ser así porque a su vez es lo que todos -la mayoría- buscan en nosotras.Y se deja de comer,se empiezan a bajar tallas y todo por tener hueco entre las piernas o las clavículas más marcadas,pero mientras tanto nadie nota la verdadera belleza,la belleza de ser tu misma sin importancia de talla,medidas o demás,la belleza de aceptarse a uno mismo;ahí es donde reside la verdadera magia,una magia sin valor en un mundo de acomplejados.

Pensaba en el amor como un "Todo poderoso", algo que todo lo puede y traería el tan ansiado final feliz para tener un nuevo comienzo...Pero nada de eso ha pasado,los monstruos siguen apareciendo de debajo de la cama y sigo en este callejón sin salida.Porque aunque el príncipe sea capaz de sacarla de la torre,su autodestrucción era algo que solo ella podía solucionar.

Para él,ella era perfecta en todos los sentidos de la palabra.Ella era la composición que todo músico buscaba crear,la musa que todo hombre querría tener inspirándole en sus sueños y hasta en el más simple de sus pensamientos.Le encantaba esa piel tan blanca como luna  (la misma que ella tanto odiaba),con esos lunares por donde solía pasear como si de un astronauta se tratase;porque la quería tal y como ella era-inclusive defectos-....Pero a ella esto era lo que más le asustaba ,porque quizás no la quería por tal y como era,sino por como pensaba que ella era.Pero al fin y al cabo,aceptó vivir con el miedo,ya dejaría el amor acompañado de la pasión lo fuesen apagando poco a poco,detalle a detalle,momento a momento.

Quizás él no fuese perfecto para el resto,puede que le viesen defectos -y no sus virtudes-,pero quizás era porque no lo sabían mirar de verdad. Ella no sabía de poesía,pero con él la empezó a comprender,aunque no comprendió solo esto; se fijó en que el negro de sus ojos era tan profundo como el de sus problemas y a ella esto le tranquilizaba tanto como le gustaba,vio que en sus brazos estaba segura,tan segura que ni sus monstruos se atrevían a aparecer y finalmente,entendió que ella era como un río cargado de sentimientos buscando un mar donde desemboca,y por fin,lo había encontrado.